Ésta es una puerta abierta al estudio, confrontación de ideas y divulgación del arte flamenco. Un espacio para los socios y para cuantas personas pretendan acercarse al flamenco con el respeto que merece todo arte.

Historia de la Tertulia


En 1951 un grupo de jóvenes, ávidos de cultura y comprometidos con la esencia de su pueblo, se reúnen alrededor de un pozo medianero en la tasca de Juan el Duque, en la calle Rabadanes, para intercambiar ideas, proyectos e ilusiones. Se habla de flamenco y se convocan a su alrededor los aficionados que por aquellos años llenaban de cante el pueblo. La guitarra de Manuel Carmona que había acompañado a Manuel Torre y a Tomás Pavón, entre otros grandes del cante, era el compañero fiel de los cantaores al tiempo que el maestro contaba anécdotas, vivencias, noches de fiesta en los cortijos de Murube o de Juan Belmonte y, como no, en la famosa Venta de la Narda… Serían Curro Duque, "Currela", hijo de Juan, con Manuel Muñoz "Manolo  el Gafas" quienes tuvieron la idea de reunirse alrededor del pozo y, junto a ellos, un joven inquieto y emprendedor, Paco Cabrera, capitaneó un movimiento incipiente que dio forma a la primera Tertulia que nacía en nuestro pueblo y seguramente, junto a la Platería granadina, una de las dos primeras de Andalucía y, desde luego, del mundo. Y allí estaban, con Paco, con Currela y con Manuel "El Gafas" un grupo de jóvenes aficionados como José Parejo "Chela, Miguel Roldán, Rafael González Palacios,  Antonio Romero “Romerito”, Emilio Bejines… Y desde entonces esta Tertulia viene siendo, sin solución de continuidad, el referente principal y casi único del flamenco en nuestro pueblo.


A lo largo de estos sesenta años su trayectoria está llena de grandes acontecimientos que han puesto a nuestro pueblo en un lugar de privilegio a la hora de su consideración como núcleo flamenco de singular importancia. Así el primer homenaje que se rindió en España a Antonio Mairena al conquistar la Llave de Oro del Cante, los nombramientos de Presidente de Honor al propio Mairena, de madrina de Honor de la tertulia a Pastora Pavón “Niña de lo Peines” de la que nos ha quedado grabada la anécdota de tropezar con el primer escalón de la casa (que tenía el piso más bajo que el de la calle) y después cantar por bulerías

Ay, cuantos umbralitos 
tiene este casa 
y en tós he tropezaíto yo

 
Al fallecer la genial Pastora, la Tertulia nombró Madrina a la gran bailaora Matilde Coral, vinculada a nuestro pueblo por razones familiares y de domicilio. Los más grandes Maestros del flamenco pasaron por la Tertulia desde aquel rincón recoleto de Rabadanes, pasando por otros domicilios como el nº 12 de la actual calle Blas Infante, por el Rincón de los Lirios, por el propio soberao de la Calle Aurora, 24 hasta la Calle Real, para terminar ya en los años 90 del pasado siglo en la actual casa propiedad de la Tertulia en el nº once de la calle Cantarranas.  Juan Talega, por aquella época siempre con Antonio, Tomás Torre... y, luego, Juan el Lebrijano, Camarón acompañando como  guitarrista a Canela de San Roque, entonces un joven pero puro cantaor, Curro Malena, Perrate, Fernanda y Bernarda, Enrique Orozco, Manolo Fregenal y un interminable número de artistas cuya sola enumeración se hace imposible reseñar.


Otros artistas más contemporáneos han ido pasando por nuestra casa, primerasfiguras de la guitarra, del baile, del cante han ido llenando de arte los escenarios de la Tertulia, especialmente en sus últimos domicilios de la Calle Real y hoy de la calle Cantarranas. A lo largo de los años se han venido celebrando Semanas Culturales, recitales, proyecciones, conferencias... La sede social una casa clásica de familia humilde de pueblo de la que se conserva la misma estructura y se le ha aplicado un diseño respetuoso con su origen.         La planta baja se ha convertido en salón de conciertos y en la planta alta se han instalado los servicios, la secretaría y una pequeña azotea. Goza de un pequeño bar ambigú y es habitual la celebración de un número de recitales en la Tertulia con un mínimo de dos mensuales, a más de encuentros, mesas redondas, presentaciones, actos de hermandad, Día del Socio, etc. etc.


La Tertulia se sustenta exclusivamente con las cuotas de los socios sin que jamás haya disfrutado de subvenciones de ningún tipo de instituciones
 públicas ni privadas para sus actividades culturales en su sede social a pesar de ser siempre y en toda ocasión abiertas al público sin que tengan que abonar ningún tipo de pago por la entrada. Distinto es cuando estas actividades se realizan fuera de la sede social, como en el Teatro Municipal, como ocurre con el Festival de la Mistela o la distinción Premio Venencia Flamenca que son patrocinadas por el Ayuntamiento de la localidad, si bien hay otras instituciones públicas que colaboran pero cuyas asignaciones van al Ayuntamiento y no a la Tertulia.







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